Si
olvidamos el pasado, no podremos construir el futuro. Tal vez es lo que nos
pasa, que no recordamos de dónde venimos, y por lo tanto no llegamos a donde
queremos.
Si
deseamos una sociedad más democrática, con menos desigualdades y más justa,
debemos elegir adecuadamente a que formación política votar, no sólo por las
promesas que nos ofrezcan y que tal vez no piensen cumplir, sino por los hechos
pasados; esos que demuestran que la trayectoria es la adecuada para los fines
buscados.
Tenemos que tener claro y muy presente:
Recordar y no olvidar quienes
han recortado nuestros derechos más fundamentales, como son la vivienda, el
empleo, la educación, la sanidad…
Recordar y no olvidar quienes han rescatado a los bancos, a las
inmobiliarias, a las aseguradoras y a sus altos dirigentes, hundiendo al mismo
tiempo a la población, transformando la deuda privada de estos, en deuda
pública de todos.
Recordar y no olvidar quienes retrotraen derechos en favor de
ideologías y creencias, que bien se benefician de su estatus, para no pagar
impuestos y adoctrinar a su antojo.
Recordar y no olvidar quienes
chantajean desde una posición de poder económico a los trabajadores, mermando
salarios y condiciones laborales.
Recordar y no olvidar quienes manipulan la información y desde qué
medios.
Recordar y no olvidar quienes han privatizado empresas públicas
(agua – luz – banca...)
Recordar y no olvidar quienes han intentado privatizar la sanidad.
Recordar y no olvidar quienes
emigraban en los años 60 del pasado siglo XX, quienes se quejan de la
inmigración actual, y quienes son los que tienen que volver a emigrar. (esto sí
que es mala memoria)
Recordar y no olvidar quienes y con qué condiciones nos metieron en
la Unión Europea.
Recordar y no olvidar quienes se abstuvieron o votaron
negativamente la aprobación de la Constitución. Quienes se niegan a reformarla
convenientemente. Y quienes la reformaron urgentemente para obligarnos a pagar
todos sus platos rotos.
Recordar y no olvidar quienes
son los herederos de un golpe de estado, que les dejó en herencia el estatus
del que siguen gozando.
Recordar y no olvidar quienes se negaban a aprobar el sufragio
femenino.
Recordar y no olvidar quienes se beneficiaron de la esclavitud, a
la que parece que volvemos a encaminarnos.
Recordar y no olvidar quienes…
Recuerda y no olvides todas
estas cosas, y actúa y vota en todas las elecciones, en consecuencia con tu
memoria.