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04 diciembre 2015

Hasta luego, mejor que adiós



Tras nuestra separación ya oficial, la decisión más difícil que he tomado en toda mi vida, la más meditada y también la más dolorosa, y sabiendo indudablemente que lo peor todavía está por venir, quiero decirte que aunque ahora mismo mis sentimientos hacia ti afloran naturalmente de manera negativa, sé que no siempre será así, pues así me lo han dicho, y además así quiero que sea.

Muchos han sido los años que hemos pasado juntos, con sus alegrías, que han sido muchísimas, y sus penas, que aunque también unas cuantas, pasarlas a tu lado fue un bálsamo reparador.

Nunca imaginé desde que juntos empezamos a vivir, otro escenario que no fuese juntos llegar hasta el final. Sana envidia siento ahora de las parejas de abueletes que veo por la calle paseando tranquilamente.

Aunque nunca te lo dije, siempre he tenido el presentimiento de que al final me tocaría vivir sin ti; suponiéndome a mí, debido al azar o al devenir de la vida, una mayor longevidad, pero nunca una separación traumática, nunca la he querido ni deseado, ni aun ahora siquiera.

Lo pasado, pasado está, no podemos cambiarlo, pero sé que dentro de un tiempo, y por muy graves que hayan podido ser las causas, ya no me importarán, por lo que quiero desde ya mismo, desde este momento, alejarme de rencores, recelos y resentimientos; obviar lo que nos separa, olvidarlo y apelar al sentimiento de amistad que no debe desaparecer entre nosotros, y desearte como no puede ser de otra manera, lo mejor para el resto de tu vida.

Quiero con esto, cuando volvamos con el tiempo a releerlo, no encontrarnos con la amargura, la desdicha y la frustración que suelen acompañar estos procesos, sino con lo que nuestra memoria selectiva y nuestro montón de fotos nos muestren, que no será otra cosa que haber compartido muy buenas experiencias durante mucho tiempo. Quedémonos con eso, y no podremos decir que no mereció la pena.


En la antesala de las fiestas navideñas, te deseo unas sucesivas felices navidades en compañía de los que te quieran; porque estas, ya veremos cómo las pasamos…

06 octubre 2015

Izquierda / Derecha

La mente humana funciona de una determinada manera, que hace que prefiramos creer que son ciertas, las cosas que nos gustaría que fuesen ciertas. Esto es que, si nos gustaría que existiese un ente que castigase y premiase nuestras acciones, pues creeremos en un dios que así actuase. Si atendemos a razones y evidencias, entonces difícilmente creeremos en ningún dios.

Desconozco en qué porcentaje, pero políticamente la humanidad se divide básicamente en “izquierda” y “derecha”; no es imposible, pero no suele ser habitual que sin medios de adoctrinamiento, alguien cambie de una a otra forma de pensar y de ver los problemas. Por lo tanto alguien de izquierdas, independientemente de si es cierto o no, que oiga decir que las pensiones de jubilación son viables, lo acogerá con gusto porque coincide con su preferencia, y le gustaría que fuese cierto. Al igual que alguien de derechas, que escuche decir que cuanto más ganen los ricos, “más ganarán” los pobres, le sonará a música celestial, ya que así quieren creerlo, independientemente de ser cierto o no.

Tan disparatado le parece al bando contrario que se diga que las pensiones son viables, como afirmar que cuanto más ganen los ricos, más ganan los pobres. Visto así, podría parecer que las personas contrarias a nuestra ideología son unos desalmados, y unas mentes perversas; pero no hay que pararse mucho a razonar para comprobar que eso no es cierto, las personas no son buenas o malas por ser de derechas o de izquierdas.

El problema reside en que nuestras preferencias de gusto pueden ser erróneas y las del otro bando correctas y viceversa. Para detectar este tipo de inconsistencias, me decidí a leer libros de autores con los que no estoy de acuerdo en sus conclusiones, para intentar comprender sus razonamientos.

Me decidí a leer “Nosotros los mercados”, “Viaje a la libertad económica” (Daniel Lacalle), “Camino de servidumbre” y “Los fundamentos de la libertad” (F. Hayek).

Elegí a D. Lacalle por no parecer ser un exaltado en sus ideas, y porque parece tener buena aceptación entre sus seguidores; en estas lecturas aparece frecuentemente F. Hayek, por lo que decidí ahondar en sus cimientos, con esta figura ilustre del liberalismo.

El resultado es de lo más previsible, y concuerda perfectamente con el principio de este escrito… ahora bien, traté en todo momento de razonar sus ideas, y hay bastantes cosas en las que no les falta razón; pero en los libros de Lacalle eché de menos mejores argumentos que respaldaran sus ideas. Hayek argumenta mejor su ideología, aunque precisamente por eso, es más claro y deja al aire asuntos en los que no puedo “racionalmente” estar de acuerdo con él. Pone en duda la Democracia como un buen sistema político, cuando, que yo sepa, aunque mejorable, no tenemos ningún otro mejor. Además de que cualquier acto “intervencionista” en la economía, lo considera prácticamente un paso previo a una dictadura, y cada progresista es un vago que quiere vivir de la sopa boba.

En fin, ningún bando tiene la verdad absoluta, y será necesario un entendimiento mutuo para guiar al conjunto de la sociedad, pero visto lo visto, lo veo muy difícil.

06 mayo 2015

Neoliberalismo (Una reflexión corta)

Para ser seguidor de la ideología neoliberal se necesitan dos cosas:

1- Ser lo suficientemente rico como para resultar beneficiado económicamente, de todas las tropelías a las que somete a la ciudadanía.

2- Ser desconocedor o estar manipulado para entender, que resultas perjudicado por las tropelías a las que somete a la ciudadanía.


Por lo que entiendo que nadie en su sano juicio, tiraría piedras contra su propio tejado de no ser por una de estas causas, ya que no hay ninguna razón científica que demuestre, que el neoliberalismo es la mejor manera de hacer las cosas para la población en general.

12 febrero 2015

Paraísos

Se acaba de empezar a desvelar la lista de nombres de personas, que tienen o han tenido cuentas bancarias, en una de las entidades del país más neutral del mundo. Tengamos en cuenta que abrir una cuenta de estas características, no es ilegal de por sí, pero si se usa para evadir impuestos, que parece ser que es lo que pretendían los que en esta lista figuran, estamos entonces hablando de delincuentes.

Algunos se han sorprendido y lo seguirán haciendo, según vayan desfilando los nombres de los personajes por los medios de comunicación.

Según qué fuentes, estiman que entre un 25 a 33 % del P.I.B. mundial, que supone unos cuantos Billones de dólares/euros, operan en paraísos fiscales. Viene ocurriendo desde la segunda mitad del siglo XX, y dada la magnitud del asunto, a mí personalmente, no me sorprende descubrir que determinado banquero, deportista, empresario, político, religioso, artista o figura notoria aparezca en la lista Falciani.

Lo que a mí causaría sorpresa, es tener constancia fehaciente de que determinadas personas, NO tuviesen o hayan tenido una cuenta; y no por borrar de un plumazo la presunción de inocencia, sino porque es un hecho incontestable, que esa astronómica e indecente cantidad de dinero que se esconde, pertenece a sus dueños, que son los que tienen oportunidad de proteger sus ahorrillos de los vaivenes de la economía mundial.

Mucho me temo, que junto a nombres consagrados, se nos caerá algún que otro mito, pues veremos aparecer personajes que nos harán sentir traicionados por sus supuestos compromisos sociales, y si no, tiempo al tiempo; y ojalá me equivoque en esto.