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25 octubre 2013

¿Y si tuviéramos dos planetas como La Tierra exactamente iguales?

Podríamos probar a comprobar las bondades y maldades de dos sistemas económicos distintos, uno de izquierdas y otro de derechas. Cada habitante elegiría en cual vivir y cual le gusta más.

 ¿Cuál podría ser el resultado de un imposible experimento como este?

Creo que ambos mundos estarían abocados al fracaso, y que necesitaríamos un tercer planeta para dirigirnos los desencantados de uno y otro, tras haber probado en uno de ellos o en los dos.

En el planeta igualitario de la “izquierda”, aunque con muy buen rollito, y muy buena cooperación, disposición y reparto de tareas, acabaría con una clase dirigente privilegiada y una masa descontenta, por la errónea planificación y distribución de bienes y servicios.

En el planeta liberal de la “derecha”, sabemos muy bien lo que pasaría, porque sería calcado al que tenemos en estos momentos. Los mercados se encargarían ejemplarmente, de la planificación y de la distribución de bienes y servicios, que para eso han probado ya que saben hacerlo eficazmente. Pero para que el sistema funcione, los capitalistas, empresarios, emprendedores; necesitan mano de obra barata, o sea pobres, dispuestos a vivir de las migajas de los ricos. La duda viene en si los pobres prefieren malvivir en la izquierda o en la derecha; sin una masa dispuesta a sacar las castañas del fuego a los ricos, estos deberían ser como Juan Palomo (yo me lo guiso y yo me lo como), ¿Quién haría el trabajo sucio en este planeta?.

Supongo que la mayoría de la población (una gran clase media), iríamos a parar al tercer planeta, que podría tener un sistema mixto, con lo “mejor” de cada uno de los otros dos. Con un poco de respeto hacia la naturaleza y sus leyes. Un humanismo bien entendido con respeto hacia los demás (fraternidad). Y una sana competencia por mejorar en conjunto. Gratificando convenientemente ese esfuerzo individualmente, podríamos conseguir una convivencia harmoniosa entre todos los seres vivos.


Pues bien, sólo tenemos un planeta, y este experimente sólo podemos imaginarlo, así que… ¿Por qué no intentamos convertirlo en algo similar al lema Igualdad, Libertad y Fraternidad?

23 octubre 2013

I +D+ i

Hay quienes “interesadamente”, propagan la mentira de que en Españistán ya no se investiga. ¡Mienten! y lo saben, o lo que es peor, NO LO SABEN.

Hay es estos momentos un enorme experimento, pero eso sí, de bajo coste, afín a los tiempos austeros que nos acompañan. Nuestro país se ha convertido en un inmenso laboratorio de 500.000 Km2, donde se está analizando minuciosamente, cuanto es capaz de resistir una población que la vejen, humillen y degraden.

Con tan sólo invertir sufrimiento y dolor, aplicado en dosis convenientemente administradas a la población más débil, sabrán cuanto estamos dispuestos a soportar engaños, robos, estafas, pérdidas de servicios sociales y de derechos fundamentales.

No es un estudio aislado, lleva ensayándose desde la década de los setenta del siglo pasado; se hizo en Chile, en Argentina, en la antigua URSS, en Polonia, en Indonesia… y actualmente, continúa activamente sobre todo en Grecia, Portugal y España.

Gota a gota, nos suministran las dosis, un día un recorte aquí para unos “pocos” (lo de pocos es un decir), para un colectivo, otro día otro recorte allá, poco a poco, como el calabobos, para que cuando no nos toque a nosotros, suspiremos aliviados, y cuando sí nos toque, sean los demás los que suspiren, pero no nos alborotemos todos a la vez, nos juntemos, y digamos ¡basta ya!.

Pero por mucho que se queje el CSIC, en España, si se investiga, y además, con muy buenos rendimientos, y si no, que le pregunten a los que están sacando y esperan sacar, grandes beneficios de la implantación de la neoesclavitud.