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15 enero 2014

Somos 99 contra uno… ¿Y no ganamos?

1%  contra  99%
Pregunta- ¿Por qué si uno, es un número claramente inferior a noventa y nueve, es el primero mucho más grande que el segundo?

Respuesta- Se debe al precio de la desigualdad.

El uno por ciento de la población mundial, posee la mayoría de la riqueza, y por tanto controla con su poder económico al noventa y nueve restante, haciendo efectiva la “democracia” de un (dólar/euro/libra…) un voto, y no una persona un voto.

4 comentarios:

  1. Ese 1% es básicamente como una solitaria. Cuando uno tiene la solitaria uno empieza a mermar y muere de hambre sin saber qué le ha matado. La única diferencia es que a la solitaria 1%, además se la admira, como si de algún modo no percibiésemos que las grasas que ellos acumulan son aquellas por las que trabajamos el resto. Siempre se les han dado bien las técnicas de hipnotismo colectivo.

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  2. Creo que tienes razón en lo de que se les admira, la mayoría de nosotros, querríamos ser como ellos, pisando a quien se pusiese debajo si fuese necesario (que lo es).

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  3. Uno de los problemas es que vemos al dinero como un fin y no como un mero medio. Y, tal y como está planteado, da argumentos (status) y poder (en realidad con permiso de los demás), de modo que los más infantilmente egoístas y socio/psicópatas (aquellos con menos empatía) lo amasan, lo cual justifica su papel de manejadores más o menos ocultos. Pero economía y dinero no es lo mismo. Que de repente dejen ahora de trabajar las personas que no perciben dinero o prácticamente nada por sus labores (principalmente madres, padres y cuidadores familiares), a ver entonces cuánto y en qué condiciones duraba la idolatrada (antropo)economía. El PIB solo es un número, una media que no dice nada real del estado del país o de su ciudadanía; es un referente económico que únicamente tiene preponderancia por "los que saben de economía".

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  4. Claro, el PIB es un parámetro que habría que adecuar para que realmente midiese lo que es realmente importante. Y el dinero no lo es.

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