Hay quienes “interesadamente”, propagan la mentira de que en Españistán
ya no se investiga. ¡Mienten! y lo saben, o lo que es peor, NO LO SABEN.
Hay es estos momentos un enorme experimento, pero eso sí, de bajo coste, afín a los tiempos austeros que nos
acompañan. Nuestro país se ha convertido en un inmenso laboratorio de 500.000
Km2, donde se está analizando minuciosamente, cuanto es capaz de
resistir una población que la vejen, humillen y degraden.
Con
tan sólo invertir sufrimiento y dolor, aplicado en dosis convenientemente
administradas a la población más débil, sabrán cuanto estamos dispuestos a
soportar engaños, robos, estafas, pérdidas de servicios sociales y de derechos
fundamentales.
No
es un estudio aislado, lleva ensayándose desde la década de los setenta del siglo
pasado;
se hizo en Chile, en Argentina, en la antigua URSS, en Polonia, en Indonesia… y
actualmente, continúa activamente sobre todo en Grecia, Portugal y España.
Gota
a gota, nos suministran las dosis, un día un recorte aquí para unos “pocos” (lo
de pocos es un decir), para un colectivo, otro día otro recorte allá, poco a
poco, como el calabobos, para que cuando no nos toque a nosotros, suspiremos aliviados,
y cuando sí nos toque, sean los demás los que suspiren, pero no nos alborotemos
todos a la vez, nos juntemos, y digamos ¡basta ya!.
Pero por mucho que se queje
el CSIC, en España, si se investiga, y además, con muy buenos rendimientos, y
si no, que le pregunten a los que están sacando y esperan sacar, grandes
beneficios de la implantación de la neoesclavitud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario