De vez en cuando, alguien me propone incluso con cierta dosis de
insistencia, que realice el Camino de Santiago.
Nunca he tenido vocación para emprender tal empresa, ni he
entendido la de quienes lo realizaron, aunque claro está que cada cual es libre
para hacer lo que quiera. No le veo la gracia, ni siquiera la divina; es más,
la gracia divina es la que más me repele a hacerlo, sobre todo después de leer
el libro de P. Coelho “El peregrino de Compostela”. De esto hace ya muchísimo
tiempo y no recuerdo concretamente, pues fue un libro que no me gustó nada, pero
lo místico no va conmigo y por este camino, no
hago el camino.
Me gusta el senderismo y lo practico habitualmente cuando puedo,
pero no encuentro paralelismo entre realizar el camino y realizar senderismo,
por más que algunos se empeñen en hacerme verlo así. Me gusta andar por plena naturaleza,
disfrutando sus paisajes, sus olores… por puro placer.
No me supone ningún reto, superación o récord, simplemente disfrute
acompañado del esfuerzo que supone, y que suele ser recompensado con creces.
No lo necesito para “encontrarme o conocerme a mí mismo”; ya lo
hago todas las mañanas cuando me despierto.
¿Para conocer gente?, eso podría estar bien en cierto modo, pero me
imagino que la mayoría de la gente que coincide en su peregrinación con otros
peregrinos, no vuelven a verse en la vida.
¿Como integración holística cosmológica?; soy al menos consciente,
de ser un minúsculo individuo situado en “Un punto azul pálido”, en un universo
gigantesco.
¿Conocer más a fondo la condición humana?, al ser humano se le
puede conocer en su máxima expresión en una guerra, algo que por ahora he
tenido la suerte de no conocer y que no le deseo a nadie, pues no suele
demostrar salvo casos excepcionales, más que odio, codicia, sufrimiento…
En la vida diaria también se puede conocer a la gente, por su forma
de comportarse cotidianamente en lugares públicos, plazas, parques,
transportes, playas, etc… que demasiado frecuentemente se traduce en falta de
respeto hacia los demás.
Soy poco religioso, y el hecho de que el camino esté impregnado de
religión tampoco ayuda a animarme. Ya sé que son muchas las personas de
religiones distintas a la cristiana e incluso ateas, las que también realizan
el camino, y cada una tendrá su motivo, pero yo, como digo, no lo encuentro, y
tampoco deseo potenciar algo a lo que no le encuentro ninguna justificación
racional.
Así que… cada cual escoja
su camino a recorrer libremente.
Imagino que como soy de México, no me suena de plano el Camino de Santiago. Tuve que googlearlo para ver. Muy largo, yo no me lo aventaría. Mis respetos a quienes sí.
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